La educación continuada agrega valor

La educación continuada agrega valor

Cuando el profesional se concentra en el día a día de su trabajo, puede olvidar que el mundo cambia constantemente y que las universidades producen nuevos conocimientos. Este descuido puede llevarlo a estar desactualizado y por ello perder oportunidades de ascenso o de un cambio laboral.

Muchas universidades serias ofrecen alternativas para que los profesionales se pongan al día en sus conocimientos y amplíen su campo de acción con cursos de educación continuada. Estos son una alternativa que aporta beneficios tangibles porque tratan los temas más importantes del momento y quienes los dictan suelen ser profesionales con experiencia en el mundo real.

La mayoría de estos cursos están organizados de tal manera que los participantes pueden continuar con su trabajo mientras aprenden y, por lo general, aportan relaciones con personas de muy diversas profesiones que se desempeñan en diferentes sectores de la economía. Esto enriquece la discusión y el aprendizaje.

Están diseñados para que los profesionales adquieran conocimientos nuevos en cualquier momento de su vida y de acuerdo con sus necesidades, en un corto tiempo. Como no se trata de estudios que otorguen títulos de maestría o de doctorado, su duración no es extensa, hecho que facilita el aprendizaje rápido y efectivo.

Adicionalmente, por estar abiertos a todos los públicos y porque la oferta suele ser muy amplia, los estudiantes pueden escoger temáticas relacionadas o no con su profesión y esto representa un valor agregado significativo, porque muchas veces el desempeño laboral exige adquirir destrezas en áreas ajenas a los estudios de pregrado o postgrado para ser aplicadas con prontitud. Incluso, los cursos de educación continuada pueden ser una oportunidad para tener un primer acercamiento a determinada área del conocimiento con miras a decidir si se realiza un estudio más a fondo sobre la misma.

Es importante que los ejecutivos y profesionales de hoy en día se actualicen permanentemente para que puedan estar a la altura de los nuevos retos de este mundo cambiante y para que las nuevas generaciones que ahora estudian más, muchas veces dos carreras con maestrías y doctorados, encuentren en sus jefes y compañeros de trabajo líderes en quienes confiar. Los jóvenes de hoy siguen a aquellas personas que tengan algo nuevo que aportarles y no necesariamente a quienes ocupen un cargo superior en jerarquía.
Este es otro aporte propio de la educación continuada: el intercambio generacional. En múltiples oportunidades, los grupos que ingresan a esto cursos están compuestos por personas de diferentes edades y esto enriquece el intercambio de conocimientos y de experiencia, a la vez que contribuye al descubrimiento de los intereses y las expectativas profesionales de los individuos en sus diferentes momentos de la vida laboral y personal.

Estar en continuo aprendizaje es un ingrediente valioso en la formación de todas las personas, porque las motiva a encontrar caminos nuevos en su vida laboral y personal, a encontrar soluciones novedosas a problemas que tal vez antes no habían podido resolver, mantiene el interés por el conocimiento y sin lugar a dudas facilita la comprensión de este mundo globalizado, el cual cada vez requiere mayor integración y relaciones entre diferentes saberes y culturas.

Es importante tomarse de vez en cuando un tiempo para analizar, decantar y evaluar algunos aspectos del trabajo y los cursos de educación continuada son espacios adecuados para hacer un alto en el camino y reflexionar sobre lo que se hace diariamente. Esto permite tener una nueva mirada de sí mismo en su entorno laboral y seguramente generar un cambio en la forma de realizar el trabajo y de vivir la profesión.

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